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¿Te vas a casar este año? ¡Esto te interesa!

Si te casas este año 2019, es muy que probable que ya hayas enviado las invitaciones, tengas el salón reservado y tu vestuario casi listo. Todo preparado para la boda. ¿También las finanzas?

La importancia de Planificar tus Finanzas

Kid earning money for future

¿Has planificado si vas a hacer cambios en la manera de gestionar las cuentas, el dinero o los seguros tras el enlace? La clave de éxito para cualquier relación es la comunicación abierta y honesta y el respeto mutuo.  Casarse implica cambiar el estado civil y a ojos de la administración, supone una serie de posibles obligaciones económicas que es importante conocer antes de firmar los papeles.

Para evitar problemas extra, es mejor tener clara la letra pequeña que conlleva el compromiso, ya que los problemas económicos están entre las principales causas de separación y divorcio.

Las cuentas claras desde un principio:

Bienes mancomunados

En el régimen de los bienes mancomunados, los ingresos de ambos se ponen en común y se dividirán por la mitad en caso de disolución del vínculo. Cuando uno de los cónyuges no trabaja o tiene un sueldo muy bajo, este régimen es el mejor porque protege al más débil. 

La desventaja del régimen de gananciales es que lo que haga uno de los dos tiene consecuencias en el patrimonio, que es de ambos. Esta situación es especialmente evidente cuando uno de los cónyuges tiene alguna actividad económica como autónomo y, por esta razón, está llamado a hacer frente a sus deudas con todos sus bienes.

Bienes separados

En el régimen de bienes separados, por el contrario, cada cónyuge conserva la propiedad, administración y gestión de los propios bienes. Si la pareja terminara mal, la separación resultaría más fácil porque los excónyuges solo tendrían que dividir lo que han adquirido juntos mientras duró su matrimonio. Se lo aconsejo a quienes ejercen una profesión libre, porque este régimen asegurará al otro que no se le van a embargar los bienes que estén puestos a su nombre por deudas de su pareja.

La cuenta común, para el hogar

Si cada miembro del matrimonio quiere mantener su independencia financiera y controlar sus gastos o si tiene algún problema financiero anterior, lo mejor es guardar los ahorros en cuentas separadas. Cuando uno de los dos no trabaja o tiene un sueldo muy bajo, será mejor una cuenta conjunta, para disponer del dinero en cualquier momento.

Lo más aconsejable es la combinación de ambas, de manera que se usa una cuenta conjunta para los gastos del hogar y todas las domiciliaciones, manteniendo por otro lado los ingresos de cada cónyuge en cuentas distintas.

Tarjetas, las justas

En un matrimonio no debería haber muchas tarjetas, por los gastos que puedan generar. Se dan casos de entidades bancarias que no obligan a ingresar la nómina en su cuenta y al mismo tiempo no cobran comisiones, pero en muchos casos estas ventajas se verán compensadas por otras condiciones. 

Comprar casa ¿juntos?

El principal plan de casarse es en su mayoría,  comprar casa para formar ahí una familia. A través de los bancos y las Sofomes tienes más de una opción para obtener un crédito hipotecario en pareja. Además de estos, hermanos y padres e hijos pueden hacer la solicitud. Los requisitos pueden diferir de institución a institución, pero en todas es indispensable tener la mayoría de edad, una relación laboral (tener un empleo) y comprobar tu capacidad económica. En las escrituras la casa aparecerá a nombre de los dos sin importar quién sea el acreditado y coacreditado.

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